- ¡¡Policía!! ¡¡Abran o echaremos la puerta abajo!!
- Para el carro, madero. Esto es una casa okupada.
- Ah, ustedes perdonen, pero es que nos han avisado de que había una reunión de más de seis personas y...
- Os hemos avisado nosotros. El cumpleaños del niño es en la puerta de aquí al lado. Están metiendo mucho ruido y con el resacón que tenemos... Y también por lo del virus y eso.
- Claro, claro.Han hecho ustedes muy bien en denunciar.
- Somos ciudadanos responsables ¿Os apetece un porrito?
- Muchas gracias pero estamos de servicio. Ahora vamos a detener a sus irresponsables vecinos.
- Son gentuza. Hemos visto que cuando llegan a su casa se quitan la mascarilla. Seguro que son respiracionistas, fascistas o algo de eso.
- Posiblemente. No se preocupen que ahora mismo nos los llevamos detenidos.
- Eso, llevároslos a todos. Que se quede la casa vacía. Aquí ya se nos está quedando esto un poco pequeño. Y el lunes que viene, vienen tres primos míos desde Canarias.
- Pero vamos a ver, caballero, que viajar entre comunidades distintas está prohibido.
- Que no te enteras, madero. Mis primos son refugiados que llegaron a Canarias en patera ¿lo pillas? Han estado en un hotelazo que te cagas pero ahora nos los mandan para acá. Les paga el viaje el ministerio. El multiculturalismo y eso. En fin, que vamos necesitando más espacio.
- Claro, claro. Bueno, pues nosotros seguimos con lo nuestro. Que pasen ustedes un buen día. Y gracias por ayudarnos a combatir la pandemia.
J. L. Antonaya