Siempre que Pedro Sánchez sale por la tele, da asco. Eso es normal, dado el encare del bicho y esa mezcla de prepotencia y cursilería que tanto humedece las entrepiernas de las charos de pelo morado.
Pero cuando, ante una tragedia como la que ha asolado Valencia, vemos el careto del asaltatumbas monclovita farfullando en neolengua (todos y todas, gilipollas y gilipollos...) una hipócrita declaración de pesar por las víctimas del temporal, es inevitable recordar que este marrajo preside un Gobierno que está demoliendo presas no se sabe muy bien si porque las hizo Franco o porque se lo ordenan sus amos globalistas para terminar de apuntillar al sector primario en España.
Afortunadamente, las leyes de memoria selectiva del revanchismo progre no han llegado todavía a desmantelar el desvío del Turia llamado Plan Sur que hizo el malvado dictador y que ha evitado que la tragedia haya sido mucho mayor.
J.L. Antonaya