domingo, 25 de agosto de 2024

LOS QUE ODIAN LA VERDAD


 

La banda de Pedro Sánchez sigue en su línea orwelliana y ahora va a aprobar otra ley para que sea "delito de odio" cualquier cosa publicada en las redes que contradiga, denuncie o cuestione las consecuencias de la invasión migratoria. 

Ya no es que, como ahora, te vayan a cerrar las cuentas en las redes sociales si dices, por ejemplo, que no te parece bien que España se haya convertido en un vertedero de la delincuencia tercermundista. Es que te pueden meter en la cárcel por opinar sobre el hecho de que la inmensa mayoría de los crímenes violentos son cometidos por los que vienen a pagarnos las pensiones o que encuentras algo injusto que un delincuente juvenil marroquí cobre más del erario que un desempleado o un jubilado español.

La libertad de expresión hace mucho que se convirtió en una rémora anacrónica para los mamporreros y caniches del Nuevo Orden Mundial como Sánchez y sus secuaces. En España ya te pueden empapelar por decir que un tío con tacones y peluca no es una mujer por muy hormonado y tarado que esté. 

O que con Franco éramos la novena potencia industrial del mundo y ahora somos un monipodio bananero condenado a malvivir del turismo porque los hideputas que nos impusieron el Régimen del 78 desmantelaron nuestra industria, nuestra agricultura y nuestra ganadería.

O que los rojos perdieron la guerra que ellos mismos provocaron.

O que la ideología "woke" es una aberración.

O que el aspecto de la Presidenta consorte es sospechosamente varonil.

O que no somos culpables de que el clima cambie.

O que el Ministro de Transportes parece un extra del Regreso al Planeta de los Simios.

O que lo que llaman "feminismo" no es más que un delirio de histéricas que odian al hombre.

O que el lenguaje "inclusivo" es una forma de hablar subnormalesca y estúpida.

O que ojalá Putin derrote al terrorismo otanista, al patético cómico de Kiev  y a la puta que lo parió.


J.L. Antonaya



miércoles, 21 de agosto de 2024

LA PESADILLA DE LOS CHARLATANES



Hace tiempo que, ante cualquier hecho criminal ocurrido en España, los medios de desinformación ocultan sistemáticamente la nacionalidad de los criminales salvo que sean españoles.
Hace tiempo que, salvo rarísimas excepciones, los periodistas son simples loros de repetición de las mentiras, dogmas y consignas del Globalismo más repugnante y políticamente correcto. En la pasada plandemia pudo comprobarse que el terrorismo informativo fue una pieza clave para mantener asustada y sumisa a la población.
Hace tiempo que, en España, estamos acostumbrados a que los individuos más rastreros, mentirosos, vulgares, chabacanos y sinvergüenzas sean los que tengan el altavoz mediático más potente. 
Pero en el caso del crimen de Mocejón, los esfuerzos histéricos para darnos gato por liebre y para presentar como español al asesino rozan lo surrealista. 
Todos los púlpitos mediáticos oficiales nos machacan cansinamente para convencernos de que una rana nacida en una pecera es, en realidad, un pez.
El que la gusanera progre esté tan nerviosa es porque teme que en España haya una movilización social como la que se ha desarrollado en Inglaterra por unos infanticidios similares.
Y es que, por muy aborregada que esté todavía gran parte de la población española, hasta los más tontos empiezan a darse cuenta de la relación - cada vez más difícil de ocultar- entre la invasión migratoria y el espectacular aumento de la criminalidad. 
Estamos a un paso del punto de saturación frente a las milongas buenistas y endófobas. 
Y es normal que muchos de los gurús y oráculos de la progrez empiecen a tener terribles pesadillas con imágenes de tertulianos telebasurientos, marisabidillas feministoides y directores de informativos colgando por racimos de las farolas de nuestras calles. Por mentirosos y manipuladores.

                                                                                  J. L. Antonaya 

sábado, 17 de agosto de 2024

LA ZANAHORIA. (Relato posmoderno, pandémico y ecosostenible.)

 


Todos los telediarios abrieron con la misma noticia: Un estudio científico de la Universidad de Miskatonic demostraba de forma concluyente que llevar insertada analmente una zanahoria (Dacus Carota) inmuniza contra el omnipresente virus que desde hace años aterroriza a la Humanidad.