sábado, 11 de diciembre de 2021

SIERVOS DE LA AGENDA.


Primero prohibieron a los desobedientes entrar en los bares.

Pero como yo no soy de bares, no hice nada.

Luego prohibieron que los no inoculados utilizaran el transporte público.

Pero como yo voy en coche, me callé como una puta y no protesté.

Más tarde, declararon permanente el toque de queda.

Pero como yo soy de salir poco, tampoco me importó.

Cuando prohibieron el dinero en efectivo, impusieron la esterilización para la población blanca y declararon obligatoria la eutanasia a partir de los sesenta y cinco años, ya era demasiado tarde.

                                                                                                                          J.L. Antonaya