El más repulsivo de los dos tontolabas ha sido el de un partido llamado CREE o algo así. El típico grupete montado para la ocasión a ver si suena la flauta y el listillo de turno pilla un puesto de eurodiputado a base de repetir mongoladas. Oye, a los peperos y pesoeros les ha funcionado el truco.
El problema es que el tipejo en cuestión (covidiota confeso, proyanqui, seguramente prosionista y progre en general) es tan ridículo que posiblemente dé demasiada grima incluso a los demócratas más borreguiles, valga la redundancia.
El otro era, con otro grupete ad hoc llamado -en el colmo de la originalidad- FUTURO, un bobalicón sin demasiado interés. También proUE, ProOTAN y proinmigración como el otro. Pero sin cuajo. El otro producía asco y éste sólo aburrimiento.
Norberto ha tenido que aguantar las memeces de estos dos y lo ha hecho con encomiable paciencia. Otro los hubiera mandado a tomar viento a la tercera gilipollez.
Para animar la cosa, han conectado en directo con una charo de Ciudadanos o así que se ha limitado a dar un discurso rabiosamente "woke" con lo desagradable que siempre resulta eso. Ha defendido, como es natural en esta fauna, desde los vientres de alquiler a la ideología de género más sectaria. Una gorda bastante histérica y desagradable que Norberto ha despachado con un par de muletazos. Una faena de aliño porque el morlaco no daba para más.
Tras la cargante feminichoni han conectado con un tío que no parecía tan tonto, el de IUSTITIA EUROPA aunque con toda su jeta ha empezado mintiendo al decir que son el único partido que se opone a la Agenda 2030.
Su discurso ha sido, como siempre pasa con la derecha más frikifofa, el típico de "la puntita nada más". Se opone a la Agenda 2030 pero no defiende nuestra salida de la UE.
Siguiendo con el símil taurino, ha sido como esos astados que entran bien al caballo pero que se desinflan y flojean de remos tras el primer puyazo. Claro que comparado con el ganado impresentable que ha tenido que lidiar Norberto ha sido el único que no merecía la vuelta a los corrales de forma automática.
Como número fuerte de la triste charlotada ha aparecido el candidato de la disidencia controlada más de moda, el tal Alvise. Reconozco que a estas alturas ya se me había agotado la paciencia y no me quedaba estómago para aguantar más gilipolleces y lugares comunes.
Un festejo, en resumen, previsible, con un ganado con poco trapío y con mala intención. Muy por debajo de las cualidades del diestro que, dada la lamentable condición de los cornúpetas que le han tocado en suerte, no ha podido pasar de una faena de aliño porque el ganado no daba para más.
He dejado de ver el sonrojante espectáculo deseando a FE-JONS el mejor de los resultados y mandando a esparragar al resto.
Aunque sólo sea por darles un corte de mangas a estos soplagaitas globalistas, hay que votar sin fe y sin respeto a la Falange el 9 de Junio.
J.L. Antonaya