jueves, 20 de agosto de 2020

CHEPAS, COLETAS Y NENAZAS.

Anda alborotado el progrerío por el recibimiento popular que han tenido el Vicechepas y la Ministra de Igual Da en sus vacaciones. Al parecer, una pintada en la carretera por la que han pasado los ilustres veraneantes ha provocado el sofoco, el berrinche y dicen que hasta las lágrimas del de la coleta. 

Esto de las lágrimas tampoco hay que tomarlo muy en serio. Tengo la sospecha de que este personaje ha desarrollado la habilidad de lloriquear a voluntad. Otra cosa no, pero dominio de los efectos escénicos tiene de sobra, las cosas como son. Tampoco es que sus fans sean demasiado listos ni exigentes, pero la cosa no deja de tener su mérito. 
Viendo el revuelo que ha causado la pintada en el gallinero pijiprogre, pudiera parecer que se tratase del más terrible de los sortilegios y maldiciones. Y resulta que el texto es una simple metáfora zoológico-capilar:"Coletas Rata". 
Pero el pánico histérico que ha provocado el graffiti hace presuponer que en las próximas salidas de su lujosa guarida de Galapagar, precederá a la comitiva vicepresidencial una brigada de la Benemérita que, equipada con cepillos y aguarrás, eliminará cualquier frase que pudiera inquietar al macho alfa de la pijiprogrez o turbar la frágil serenidad de su distinguida compañera.
El día que le hagan un escrache de verdad, como los que él mismo coordinaba no hace tanto azuzando a jaurías de gritones y escupidores perroflautas, le da un perreque.
Y es que todavía hay elementos desestabilizadores, fascistas y asintomáticos que no saben apreciar la sutil diferencia entre un escrache o "jarabe democrático" - legítimo medio de expresión de la indignación popular- y un texto grosero que provoca el pánico y perturba la delicada sensibilidad de Pablo Iglesias.
J.L. Antonaya