miércoles, 3 de enero de 2024

A LOS REYES MAGOS.


 

Queridos Reyes Magos:

Esta vez no os escribo para pediros regalos. Soy consciente de que no me he portado bien y tampoco tengo intención de hacerlo a partir de ahora, así que no quiero poneros en un compromiso.

En este año espero no hacer nada que sea “sostenible”, “inclusivo” ni “multicultural”.

Voy a seguir sin dejarme inyectar ningún mejunje de los que aconsejan Bill Gates y sus secuaces. Y no sólo por evitar miocarditis, ictus y repentinitis sino porque no me sale de los cojones hacer de cobaya para los experimentos globalistas.

Voy a comer, dentro de lo posible, carne roja en lugar de gusanos o mierdas veganas. Voy a circular mientras pueda en mi coche de gasolina, voy a piropear a aquellas hembras que se lo merezcan y voy a ceder mi asiento en el metro solamente a los ancianos que vayan sin bozal.

Voy a seguir alegrándome de que Rusia no ceda frente a los mercenarios de la OTAN en el Donbass y de que siga combatiendo al siniestro títere de EE.UU.

Voy a seguir apoyando al pueblo palestino en su lucha contra el invasor sionista y genocida.

Voy a seguir considerando traidor a quien apoye, justifique o tolere el separatismo. Me da igual que presida consejos de ministros, ministras y "ministres" o que tenga una corona gracias a Franco.

Seguiré sin llamar “trans” a los travelos, “subsaharianos” a los negros, “hípsters” a los mamarrachos, “música” al reguetón o “violencia de género” al maltrato.

Seguiré pensando que las milongas climáticas son un pretexto para esquilmarnos con más impuestos y para implantar más restricciones a nuestra libertad.

Seguiré considerando que la nacionalidad española no es un papel para regalar a cualquier extranjero sino una herencia cultural, étnica e histórica. Una rana nunca será un pez aunque nazca en una pecera.

Como, por todo lo anteriormente expuesto, no soy susceptible de ser obsequiado con regalos, quiero al menos pedir que el Gobierno de España, la leal oposición, los sindicatos cocougeteros, las mafias proinmigración, las feministas,  la UIP, los banqueros, la Conferencia Episcopal y los antifascistas de todo pelaje tengan la justa recompensa a sus acciones y omisiones.

Esperando que os vaya bien el reparto, os envío un cordial saludo.

                                                                            J.L. Antonaya